Recuerden que, con una gran sed y angustia, estoy invitando a todos los hijos en el mundo para que suban a bordo de mi Arca de Salvación, para que pueda llevarlos al Cielo. Y preparar un lugar muy alegre con el amor puro de mi Inmaculado Corazón. Rápidamente difundan mis mensajes de amor a mis hijos que no conocen el camino al Cielo y, al hacerlo, cumplen con los deseos de esta Madre que quiere salvarlos del peligro.
¡Todos mis amados hijos en el mundo! Mis mensajes de amor serán el freno para suprimir el desorden. Todos los
hijos en el mundo deben rápidamente entender mis mensajes de amor y aceptarlos. Si los hijos en el mundo no siguen la Voluntad de Dios y no aceptan mis palabras, Dios responderá con severidad, y no podrán escapar del fuego de la justicia. No se puede prometer un mañana seguro.
Pero si ustedes cumplen con el deseo de esta Madre que quiere realizar por medio de ustedes el Plan de Amor y de Salvación que Dios de la Muy Santa Trinidad me ha confiado y contestan con un "Amén," entonces las llamas ardientes
del Espíritu Santo renovarán este mundo y lo harán brillar y ustedes serán salvados en esa luz.
(Mensaje de la Santísima Madre, 2 de febrero de 1995)
|