13 al 15 de Agosto del 2010

Retiro de jóvenes

del Arca de Salvación de Maria

Una escena de <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Santa Misa, por la mañana del 14 de Agosto de 2010.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Hora del signo de la paz, abrazados unos a otros con un santo beso

Participantes del retiro haciendo cada uno los programas, con la ayuda con los aspirantes y las Hermanas, durante el encuentro conducido por la Sociedad del Arca de Salvación de María.

Comienzo del rezo del Camino de la Cruz.

El Via Crucis en la montaña de la Bendita Madre.

Los participantes del retiro están quitando los clavos con alicates de amor, están todos llorando, recordando que Jesús murió en la Cruz por causa de todos nosotros y también por cometer pecados, habían clavado el Corazón Sagrado de Jesús.

Julia Kim había sufrido los dolores de la Coronación de Espinas durante el Vía Crucis.

Julia Kim explicando el significado de la Pasión de Jesús, que muere en la Cruz por nuestro motivo.

Una corriente del agua de la misericordia, y de aceite fragante se vertió abajo, cuando Julia Kim tocó con su mano los pies de Jesús en el crucifijo en el Monte Calvario.

La procesión del Rosario con la luz de las velas.

Dedicación de cartas y de velas a la Madre Bendita.

Presentaciones personales y tiempo especial con Julia Kim

Posando con Julia Kim, Padre Chang, Julio Kim y Hermana.

   ¡¡Mis amados niños!! Busquen el bien y el amor más altos en su fe y lleven muchas almas al Arca de Salvación de María, asegurándose que ya no se bajen; recen con más fervor y vengan a Mí a través de Mi Madre.  Siempre que vengan aquí buscando a Mi Madre y a Mí y clamen ansiosamente con todo su corazón, Yo les daré la luz de Mi Ardiente Sagrado Corazón y la luz de Mi misericordia y dejaré que mamen toda la leche que quieran.  Entonces, toda su sed se apagará; y se llenarán de gracias y experimentarán alegría, amor y paz.

Hoy, junto con Mi Madre, que fue concebida sin pecado original por la salvación del mundo, les doy a ustedes bendiciones celestiales.

(Mensaje de Jesús, del  8 de Diciembre de 1999)