A todos los hijos que han venido aquí buscándome y que me están consolando, yo los alimentaré espiritualmente con la leche que le di al Niño Jesús en el pesebre en Belén, los protegeré en mi manto y dejaré que disfruten la paz. (Mensaje de <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Bendita Madre el 1º de Enero de 1997)
“Regocíjense con las persecuciones que ustedes sufren mientras trabajan para ayudar a la pequeña alma elegida para trabajar con Mi Hijo Jesús y Conmigo. El Reino Celestial es suyo. Todos los que creyeron en Mi Hijo Jesús y querían llevar una vida sincera sufrieron persecuciones.
Aún así, la gran mayoría de los pastores se quedan indiferentes, dando vuelta su rostro, negándose a involucrarse, comprometiéndose con la circulación del mundo, y volviéndose erróneamente, porque están interesados solamente en salvar sus rostros, están atentos a las orejas y ojos de otros, y piden su propia seguridad. Debido a esto, incluso en esta alegre Navidad, el Niño Jesús no puede ayudarnos, pero derrama lágrimas. Recordando Sus lágrimas, amablemente ofrecemos los dolores extremos que ustedes sufren mientras cooperan en el trabajo del Señor para salvar a todos los niños en el mundo, por el bien del Señor y de esta Mami, incluso si son demasiado pesados y dolorosos.” (Mensaje de la Bendita Madre el 25 de Diciembre de 2007)
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