Solemnidad de <?xml:namespace prefix = st1 />la Natividad del Señor<?xml:namespace prefix = o /> 25 de Diciembre del 2010

El aceite fragante fluía en el pecho del Niño Jesús el 25 de Diciembre del 2010.

Vista nocturna de la casa de la Madre Bendita en las Vísperas de la Navidad.

El rosario fue rezado en la capilla, debido a la gran nevada

Adoración del Niño Jesús

Julia Kim llevó al Niño Jesús y lo colocó delante del altar seguido por Padre Lawrence Jung, encontrando aceite fragante en el pecho del Niño Jesús.

El aceite fragante caía del pecho del Niño Jesús.

Pesebre de la Navidad en la montaña de la Madre Bendita.

Ahora, si ustedes convierten cada día y cada momento por el resto de sus vidas en oraciones, ofreciendo sacrificios y reparaciones, viviendo una vida consagrada, alcanzarán la unidad con la Santísima Trinidad, con la gozo de la unión con los Santos, exhiban el poder del amor más enérgicamente, y ofrézcanlo con la lealtad más heroica, para que el mundo pueda ser salvado, los diablos, que llenan el cielo y la tierra para dividir y derribarlos, se retirarán, y éste mundo hará frente a la época de la victoria por el Sagrado Corazón de Jesús y de mi Inmaculado Corazón.

¡Mis pequeñas almas queridas, que han sido llamadas como los apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús y de mi Inmaculado Corazón! Ahora, es justo el tiempo, antes que la taza de la cólera de Dios caiga. Si, por lo menos ustedes, que saben que ya no hay más tiempo de esperar o de vacilar, realizan claramente la esa simple verdad, que incluso objetos tan livianos como las plumas de los pájaros pueden hundir un barco si se acumulan bastantes de ellas (significando que, si muchos unen sus fuerzas, pueden hacer grandes cosas) y nunca frustrándose o dejando de seguir a Mi Hijo Jesús y a Mí, ustedes pronto verán el amanecer del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra, recibirán y usarán la corona de laurel de la verdad, y disfrutarán de la felicidad eterna.

(Mensaje de la Madre Bendita el 16 de Febrero del 2003)