¡Mis hijos e hijas! Vuelvan a mi seno. Los ayudare en
este peligroso mundo.
¡Mis ninos! Quieranse entre ustedes. Quieran incluso a
sus enemigos. Ustedes seran salvados si ustedes viven de acuerdo con las ordenes
del Senor.
Mi Inmaculado Corazon es su refugio. Haganse humildes
apostoles en mi pecho.
¡Mis ninos amados! Tomen mis manos. Entreguenme sus
penas y dolores.
¡Mis hijos e hijas! Sean abrazados en mi pecho. Los
dejare, quienes estan cansados y enfermos, descansen.
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