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Con el fin de ofrecer más sacrificio, levantaron sus brazos al rezar el rosario. |
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Participantes del retiro oyendo el testimonio de Julia Kim. |
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Julia Kim derramando lágrimas de sangre de su ojo izquierdo, mientras sonreía dando su testimonio. |
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Tiempo de familiarización y refresco, durante el retiro en la casa
de la Madre Bendita.
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Participantes del retiro, caminan hacia la montaña de la Madre Bendita, temprano por la mañana, mientras meditaban las palabras del Señor y de la Madre Bendita de Naju. |
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Juego del rompecabezas de la palabra - redactando la oración oculta, buscando los mensajes de amor. |
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Totalmente armado y prometiendo practicar los mensajes por consiguiente.
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Las presentaciones eran conducidas por cada grupo. |
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La sangre Sagrada de Nuestro Señor se derramó hacia abajo de una parte del Crucifijo, mientras Julia Kim recibía el sufrimiento de los dolores de la Corona de Espinas. |
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Julia esperaba a los participantes del encuentro en el Monte Calvario y Jesús le dijo "¿Estás dispuesta a recibir los sufrimientos por los hermanos y la salvación del mundo? y Julia Kim respondió inmediatamente "Sí, por supuesto lo hago" entonces ella recibió el sufrimiento de los dolores de la Corona de Espinas recibiendo la luz de las siete heridas de Nuestro Señor seguido por la sangre Sagrada de Jesús, que fluía del Crucifijo tan pronto como ella se cayó y muchos de los ayudantes voluntarios que fueron presentados oyeron los sonidos de la caída. |
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Julia Kim recibió el sufrimiento de los dolores de la Corona de Espinas en el Monte del Calvario |
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Los testigos oculares posando con Julia Kim en el Monte del Calvario en la montaña de la Madre Bendita.
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Mi hija, que ha sida elegido; mi hija que está participando en la Pasión del Señor sufriendo agonías de muerte, antes de la entrega y enfrentándose con momentos de una segunda muerte con sangrientos esfuerzos y sacrificios son necesarios. ¿Como ella ha respondido con Amen? a una gran misión que esta pura Madre ha preparado con un cuidado extremo, los han llamado para ser sus ayudantes, y han respondido también con Amén? No deberían atender las heridas de mi hija y curarlas?
Como permití su reunión, no olviden que ustedes deben convertirse en los intérpretes para cada uno, consolándose y proteger la vida del otro. Y disfrutar de la exultación, del amor y de la paz en el medio de tolerancias que desbordan, realizando su preciosa misión en su único papel que es irreemplazable.
(Mensajes del amor de la Madre Bendita el 28 de Setiembre del 2001) |
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