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EXTRACTO DEL TESTIMONIO DE JULIA KIM,<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

DURANTE <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />LA REUNIÓN DEL REZO EN NAJU, COREA,

JUEVES SANTO (5 de Abril de 2012)

Durante la Misa del Domingo de Ramos (1 de Abril de 2012), cuando fue leída la parte de los evangelios que describían a Pasión de Nuestro Señor, recordaba los enormes dolores que Jesús y la Santísima Madre debieron haber sufrido en sus corazones, cuando Judas e incluso Pedro, traicionaron a Jesús, habiendo hecho voto a no negar al Señor, aunque él tuviese que morir, lo negó tres veces.

Mientras meditábamos los extremos dolores que Jesús y la Santísima Madre sufrían, también sufrí al participar en sus dolores. En estos tiempos, incluso algunos de los que están trabajando para hacer conocer a Jesús y a la Santísima Madre a otros y por haber estado tan cercanos a ellos, están blandiendo imprudentemente las espadas de la traición contra Jesús y la Santísima Madre.

La Santísima Madre está derramando no sólo lágrimas, sino también derrama lágrimas de sangre, preguntándome si podría sufrir más dolores para el arrepentimiento y la santificación del clero. Contesté que sufriría alegremente más dolores.

Durante la misma Misa, caí fuertemente. La Santísima Madre me demostró la actual condición del mundo y dijo, “Si el clero y los religiosos no despiertan, un terrible acontecimiento ocurrirá, que hará que el mundo entero tiemble de miedo.” Espero que los sonidos de sus oraciones se eleven al cielo y las situaciones que harían que temblemos con miedo no ocurran.

Era Domingo de Ramos (1 de Abril de 2012) cuando la Santísima Madre dijo eso, y, esta mañana (el 5 de Abril de 2012, Jueves Santo), yo vi a la Santísima Madre rogar con sus manos unidas juntas y derramar lágrimas en el lugar en la montaña de la Santísima Madre en donde están preservadas muchas pequeñas rocas manchadas con la Sangre Preciosa de Nuestro Señor. Ella vino como Nuestra Señora de Naju, pero, en vez de la capa azul, ella usaba un vestido blanco y una capa blanca. La condición del mundo ha deteriorado hasta el punto que Dios no tiene ninguna opción para enviar el castigo. Sin embargo, la Santísima Madre nos dijo ardientemente, muy ardientemente, “Por lo menos ustedes, que me conocen, por lo menos ustedes que están a bordo del Arca de Salvación de María, deben permanecer despiertos y rezar para el arrepentimiento y la santificación espiritual del clero.”