"Todos los amados hijos en el mundo! He elegido tantas almas para usarlas como instrumentos, pero mi Hijo Jesús no puedo evitar derramar sangre, incluso hoy, porque la gran mayoría de los niños cometen actos ofensivos e irrespetuosos poniéndose ellos mismos en primer lugar y desertan, traicionando mis mensajes. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Incluso entre los miembros del clero que se supone deben conducir a todos los niños en este mundo al cielo, las almas de una gran mayoría de ellos, se ha caído en la confusión y se han hecho socios de las fuerzas del diablo. Con una hipocresía de externos adornos, están azotando cruelmente, despreciando e insultar al Señor, el Sumo Sacerdote, y por lo tanto, haciéndolo sangrar a Él, tu Redentor, continuamente en la Cruz, incluso ahora.
¡Pero mis amados hijos! La sangre que mi Hijo Jesús y yo derramamos, de ningún modo será desperdiciada, sino será transfundida en las almas de aquellos que se acercan (a nosotros) con sus corazones ampliamente abiertos, curando sus enfermedades espirituales y físicas, trayéndoles bendiciones de alegría, amor y paz, y llevándolos a la victoria sobre los demonios que están llenando el cielo y la tierra".
-Mensaje de la Santísima Madre el 7 de Octubre 2006
|