Enero 21, 1994
Fui atacada violentamente por el demonio durante dos horas desde cerca
de las 11:30 p.m. No lo podía ver
claramente, pero era el demonio negro quien dijo, "No podemos dejar que vivas más tiempo. Te vamos a matar, porque tú eres nuestro enemigo quien nos quita
los ejércitos de nuestro lado que hemos reunido con tanto esfuerzo." Entonces él dijo, "¡Vengan rápidamente y atáquenla!"
Los demonios comenzaron a golpearme, pisotearme y ahorcarme. Mientras yo estaba luchando con los
demonios, era imposible para mí alejarme, y todo mi cuerpo se estaba poniendo
rígido. Rodé en el pequeño cuarto,
sufriendo de extremos dolores en mi cabeza y pecho como si se fueran a
romper. La sangre fluía de mi garganta
y nariz. Ofrecí todo tipo de dolores
indescriptibles por la conversión y salvación de las numerosas pobres almas que
se han contaminado tanto con pecados y que corren hacia su perdición. Yo recé, "¡Señor! Si Tú necesitas mi cuerpo, te lo confío
totalmente para que lo uses de acuerdo a Tu Voluntad." En ese momento, con una brillante luz, se
apareció la Santísima Madre y los demonios huyeron llenos de pánico. Yo estaba totalmente agotada y casi
inconsciente, pero empecé a sentirme mejor cuando vi a la Santísima Madre.
La Santísima Madre tenía puesta una corona de doce estrellas, un vestido
blanco y un manto azul y tenía un rosario en su mano derecha. La luz que venía de ella era tan fuerte que
no la podía seguir viendo. Ella empezó
a hablar con una voz amistosa, amigable, y suave pero angustiosa.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mi amada hija! Gracias. Ofreciste los extremos dolores bien por la
conversión de los pecadores. El demonio
te aflige, pero no olvides que yo siempre te estoy protegiendo a tu lado.
¡Mis queridos hijos! En estos
tiempos, muchos hijos están siendo rodeados por una gran tormenta, mientras
caminan hacia su perdición. Ahora es el
precioso tiempo de su arrepentimiento.
No ignoren, sino que acepten bien mis ansiosos ruegos que les envío en
muchas formas diferentes, mientras están en medio de un extremo peligro. Aun entre los hijos que amo mucho, solamente
muy pocos responden a mi llamada en una forma genuina, diciendo, "Amén."
En este tiempo de purificación, tantos hijos olvidan acerca de las
gracias que han recibido, escuchan los falsos testimonios urdidos por Satanás,
son sacados de mi camino, y juzgados, criticados y condenados por ello. Debido a que Satanás está usando todos los
medios disponibles como falsos testimonios y aun algunos fenómenos
sobrenaturales, muchas personas inocentes están siendo confundidas.
En este tiempo cuando los demonios están tratando de conquistar todo el
mundo, los estoy llamando para que podamos enfrentarnos juntos a ellos. Por lo tanto, quiero que ustedes se ofrezcan
bien. Cuando ustedes le ayudan a mi
pequeña alma que trabaja para mí, ustedes me están ayudando a mí.
¡Mis amados hijos! Aun si
ustedes sufren por las persecuciones y dolores que están más allá de la
imaginación, Yo les ayudaré a su lado con métodos fascinantes y ejecutaré mi
plan en su totalidad. El demonio les
afligirá con ataques violentos y persistentes, pero yo estoy a tu lado
protegiéndote del demonio en una forma invisible para llevar a cabo mi plan. Yo los protegeré; por lo tanto, quédense
despiertos. Cuando ustedes se enfrentan
al demonio y conducen muchas almas a mi Inmaculado Corazón, las están
conduciendo a mi Hijo Jesús. Esto se
convertirá en la más hermosa corona de flores de gloria en mi Inmaculado
Corazón.
¡Hijos! Los he escogido para mi
plan. Por lo tanto, lleven a cabo su
misión en obediencia y como mártires.
El tiempo ya ha llegado para que ustedes realicen su misión.
Acuérdense de los Apóstoles, porque ustedes son como ellos que se
reunieron en el cenáculo antes de iniciar su misión hasta el martirio. No imiten a Judas. Ambos, Pedro y Judas fueron Apóstoles del Señor. Pero Judas se fue por el camino de la
perdición, porque traicionó al Señor y no se arrepintió. Pedro negó al Señor tres veces, pero se
arrepintió con lágrimas, ganándose el Cielo después de dar testimonio por la
Verdad, siguiendo los pasos del Señor.
En estos peligrosos tiempos, tan corruptos con tantos tipos de pecados y
empapados de errores, ustedes deben difundir mis mensajes de amor con valor a
todo el mundo. Consuélenme uniendo sus
fuerzas y alcanzando una mayor unidad en el amor entre todos ustedes y con sus
directores espirituales.
En este tiempo en el que numerosos hijos están atascados en errores y
están siendo arrastrados por las olas de la maldad aun sin saberlo, rápidamente
traigan los rebaños de ovejas, que han sido pisoteados y desparramados, a mi
lado. Yo los guiaré a mi Hijo
Jesús. No importa qué tan horribles
hayan sido sus pecados, mi Hijo Jesús será una maravillosa medicina de bálsamo
para todas sus heridas que han sido causadas por odios, corajes y pecados y los
salvará, si ellos abren sus corazones completamente y corren hacia Él.
Con valor y con prisa difundan mis mensajes de amor a todo el mundo para
que todos mis hijos puedan responder a las palabras que les doy, derramando
lágrimas y lágrimas de sangre, para que se arrepientan. Si ustedes aceptan mis palabras sin reservas
y siguen a Jesucristo en este mundo que se hace más miserable cada vez, ustedes
experimentarán mi presencia llena de amor materno en estos tiempos de
peligrosas pruebas; este mundo se purificará y el resultado será aplacar la
justa ira de Dios; con toda seguridad se alcanzará la victoria de mi Inmaculado
Corazón, trayendo el Reino del Señor a este mundo; y ustedes, que trabajan para
mí, ciertamente estarán parados a mi lado.
Adiós.
La Santísima Madre hizo la Señal de la Cruz después de terminar estas
palabras. Ella desapareció mientras yo
también hacía la Señal de la Cruz.
Cuando me desperté del éxtasis, mis ayudantes estaban llorando a mi
lado. Era cerca de las 3:30 a.m. del 22
de Enero de 1994.
Febrero 3, 1994
Cerca de las 2:30 p.m. en mi cuarto, empecé a sentir severos dolores en
todo mi cuerpo desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Mientras ofrecía estos dolores al Señor
entré en una profunda meditación sobre los mensajes que la Santísima Madre nos
diera hace poco. Un rato después,
cuando todavía estaba sufriendo y llorando, de repente se puso brillante y una imagen
de la estatua de la Santísima Madre llorando se apareció encima del cofre de
ropa, donde ella había comenzado a llorar en 1985. Entonces, la imagen de la estatua de la Santísima Madre se hizo
más grande y se convirtió en la siempre viva Santísima Madre. Ella se bajó de encima del cofre de
ropa. Ella tenía puesta una corona
brillante, un vestido blanco, y un manto azul y tenía en su mano derecha un
rosario. También tenía puesta una faja
alrededor de su cintura. Ella era
hermosa. Empezó a hablar con una voz
cálida, amorosa y algo ansiosa.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mi muy amada hija! Diles a los
hijos en el mundo que deben responder rápidamente a la llamada de Dios, si se
quieren salvar. ¡Qué ciegos y sordos
están y con qué terquedad se rehúsan a seguirme! He estado gritando hasta que mi garganta sangrara, pidiéndoles
que se arrepientan rápidamente antes de que la copa de ira de Dios, que ya está
llena, comenzara a derramarse. Pero
porque muchos hijos en el mundo no están escuchando mis palabras y las están
ignorando, la copa de ira de Dios se está comenzando a derramar poquito a
poco.
¡Por lo tanto, todos los hijos en el mundo! Vengan rápidamente a mí para que podamos ir juntos al Señor. No piensen que los muchos desastres que
están ocurriendo por todo el mundo son solamente accidentes al azar. Deben despertarse rápidamente y desviar la
ira de Dios de ustedes.
Como ya les dije antes, el orden natural está siendo alterado y están
ocurriendo anormalidades con frecuencia.
Miles y miles de personas están muriendo por inundaciones, incendios,
hambrunas, terremotos, sequías, marejadas, accidentes de tráfico, destrucciones
en grande escala, muchos tipos de desastres ecológicos, y climas
anormales. También, muchas personas se
están muriendo a causa de las guerras, enfermedades incurables y epidemias
contagiosas. Cuando cae la nieve y
sopla el viento frío, sabes que viene el invierno. Cuando brotan los nuevos capullos, sabes que es la primavera. ¿Entonces, por qué todavía no entienden que
estos desastres son las señales del principio de grandes calamidades? A través de estas muchas señales, ustedes
deben saber que la hora de grandes calamidades está cerca. Aquellos que más sufren en este mundo son
los bebés inocentes que están siendo asesinados en los vientres de sus
mamás. ¿Por qué tiene que haber maldad
tan cruel e inhumana?
¡Todos los hijos en el mundo!
¡Mis amados hijos e hijas! No
traigan el castigo de la oscuridad, incendios y sangre sobre ustedes. La gente estaba comiendo, bebiendo y
casándose hasta el mismo día en que Noé entró en el Arca. Todos fueron arrastrados por el
diluvio. Si ustedes no escuchan mi voz
con la cual les estoy implorando tan ardientemente, entonces ustedes se estarán
colocando en la misma situación.
Dependiendo de si ustedes aceptan bien mis palabras o las rechazan, la
hora del Segundo Pentecostés y Purificación puede ser adelantado o
retrasado. Por lo tanto, háganse bebés
sencillos e inocentes, escuchando a su Madre y corriendo hacia ella. Entonces, ustedes serán salvados por medio
de una nueva Resurrección y un nuevo Nacimiento, y este mundo ciertamente será
salvado por medio de la Resurrección del Señor.
¡Mis amados hijos! ¿Acaso no les
dije que cuando se combinen los sonidos de oraciones de las pequeñas almas y
suban alto al Cielo, la copa de bendiciones en lugar de la del castigo será
otorgada a ustedes? Ahora, quiero
combinar todas sus oraciones, sacrificios, penitencias, consagraciones,
auto-renuncia, pobreza y sufrimientos juntos, ponerlos en la copa de mi
Inmaculado Corazón, y ofrecer todo a la Justicia de Dios que exige una
expiación.
¡Por lo tanto, todos los hijos del mundo! Apúrense y con vigor difundan a todo el mundo mis palabras que
están basadas en el amor. No titubeen.
(Ustedes ya han visto) los conflictos de mutua aniquilación y grandes
eventos que han cambiado el mundo drásticamente. La masonería está conduciendo este mundo a la destrucción y, al
difundir herejías en la Iglesia, está causando divisiones y confusión y está
promoviendo una gran apostasía en la Iglesia.
Mientras tanto, algunos Obispos, sacerdotes, religiosos y muchos laicos
están llevando vidas de pecado, habiendo sido atrapados en las trampas
colocadas por el astuto y malvado Satanás, y sin embargo no se dan cuenta que
están en pecado. Van camino del
infierno pensando que lo que están haciendo es bueno y de un verdadero
valor. Ellos están totalmente
ignorantes de esto, porque no están despiertos. Por eso mi Corazón ha estado ardiendo tan intensamente que hasta
derrama sangre.
En estos tiempos, estoy pasando por las horas de la muerte en la Cruz en
Getsemaní y el Calvario junto con Jesús otra vez. ¡Mi pequeña alma! Tú
estás participando en la Pasión del Señor junto conmigo. Por lo tanto, no tengas miedo y sé
fuerte. Y ten valor.
Ya ha habido numerosas advertencias, pero (mis hijos no están
respondiendo). ¡Por lo tanto,
hija! Necesitas ofrecer tus sangrientos
sacrificios por amor a los hijos en el mundo, meditando el Misterio de la
Pasión de mi Hijo, Jesucristo. Tú ya
has sido invitada al Calvario, por lo tanto, medita en la vida de Job y une tus
lágrimas, suspiros, sudor y cada gota de sangre con los sufrimientos del Señor
y los míos y ofrécelos para que no sean en vano.
¡Mi amada hija! Mi ardiente
Inmaculado Corazón está siendo fuertemente oprimido por los extremos dolores
causados por la gente del mundo que han traicionado a Dios y que están siendo
controlados por el malvado demonio.
¡Hija! Tú estás tomando parte en
la salvación de este mundo por medio de tus severos sufrimientos. Por lo tanto, ofrécelos bien. Deja todas tus preocupaciones e inquietudes
a mí, tu Madre Celestial. Entonces, yo
seré la marca que indica mi trabajo dentro de ti junto con Jesús.
Cuando la Santísima Madre terminó sus palabras, ella desapareció y la
luz se fue también.
Febrero 16, 1994
Mientras sufría dolores, sentí la llamada de la Santísima Madre cerca de
las 8 a.m. y fui a la Capilla y empecé a rezar. Pronto se puso brillante alrededor de la estatua de la Santísima
Madre y escuché la amable, dulce y hermosa voz de la Santísima Madre. Había también una fuerte fragancia de
rosas.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mis queridas y pequeñas almas!
Caminen conmigo en la luz de las santas virtudes tomándose mutua y
fuertemente de las manos en el Amor del Señor y mío. Entonces, ustedes serán la luz que repele la oscuridad de la
maldad y los pecados. Ahora, véanme con
ojos que no sólo son humanos.
En estos días, mi Inmaculado Corazón está cubierto con una corona de
espinas, que son muy filosas y lastiman.
Dame a conocer rápidamente con más amor y sacrificios. Esta Madre siente dolores extremos en su
Corazón, al ver cada vez más y más almas víctimas de las tentaciones de Satanás
todos los días.
Sostengan y denle valor a mi pobre y pequeña alma (Julia) quien tiene que sufrir dolores todo el tiempo y es tan
odiada por el demonio, porque ella tiene que dar testimonio del Señor. Ella está ahora ofreciendo sus dolores en
expiación por los pecados en el mundo, al mismo tiempo que es oprimida por una
corona de espinas y cubierta de heridas en todo su cuerpo. ¿Acaso no es ella un pedazo de carne
arrancado a la humanidad?
¡Mis queridos hijos e hijas!
Cuando ustedes la ayudan a ella, ustedes me ayudan a mí y consuelan mi
Inmaculado Corazón. El Señor otorgará
gracias siempre que se necesiten. Por
lo tanto, apóyenla para que ella pueda difundir mis mensajes de amor a todo el
mundo con valor y completamente.
Ella tiene tan poco conocimiento de este mundo, porque se lo han quitado
para que ella pueda participar mejor en el Trabajo de Salvación del Señor y
pueda trabajar solamente en mí. Ella
con frecuencia se siente inútil a causa de esto.
Cuando ustedes ayudan bien a mi pequeña alma y alcanzan la unidad, yo
derramaré un bálsamo fragante sobre ustedes.
Es un símbolo de unidad, fe y confianza. No esperen recibir el uno del otro, pero sí den el uno al
otro.
También, quédense despiertos todo el tiempo. Los demonios les temen y odian mucho ahora. Van a hacer un gran esfuerzo para hacerles
caer con todo tipo de malvadas tretas, pero no olviden que siempre estaré a su
lado cuidando y protegiéndolos.
Háganse sencillos como un niño y
vivan una vida consagrada. Entonces, yo
enviaré mi espíritu sobre ustedes para que sean nutridos con mi vida y se
conviertan en mis hijos e hijas quienes manifiestan la presencia de la Madre
Celestial. También, ustedes recibirán
coronas florales de gloria en el Cielo y gozarán de la felicidad eterna a mi
lado.
Cuando la Santísima Madre terminó sus palabras, la luz desapareció y
fluyó más aceite fragante de la frente de la Santísima Madre haciendo que toda
la estatua se mojara.
Agosto 12, 1994
Cerca de las 8:20 a.m., sentí fuertemente la llamada de la Santísima
Madre y fui a la Capilla y empecé a rezar delante de su estatua. Muy pronto tuve una visión. El cielo estaba brillante y limpio. De repente, llegaron unas nubes y taparon el
sol. Todo el cielo se estaba cubriendo
rápidamente de nubes y convirtiendo al mundo en oscuridad. Empecé a gritar con una voz ahogada:
Vamos a perecer, a menos que
nos arrepintamos. ¡Rápido! ¡Arrepintámonos, cambiemos nuestras vidas, recemos
correctamente y sigamos al Señor por medio de la Santísima Madre!
Entonces, muchas personas vinieron de diferentes partes del mundo y
empezaron a rezar juntos. Pronto, las
nubes que habían estado cubriendo todo el cielo desaparecieron, y apareció
Nuestra Señora de la Victoria, irradiando una brillante luz de hermosos
colores. Esta luz de la Santísima Madre
era tan fuerte que llegaba hasta el suelo y lo calentaba. En el suelo estaba el Padre Raymond Spies,
otros sacerdotes, Hermanas y muchos laicos.
Un rato después los vi entrar caminando en la Casa de la Santísima Madre
(la Capilla) mientras recibían la luz
de la Santísima Madre. Aun dentro de la
Capilla, la luz de diferentes colores estaba penetrando el techo y brillando
fuertemente sobre todos. La luz era
especialmente fuerte sobre el Padre Spies y el Padre Chang, quienes se habían
tomado fuertemente de sus manos. En ese
momento, Nuestra Señora de la Victoria se convirtió en la Santísima Madre que
lloraba y empezó a hablar con una voz amorosa, suave y amable.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mis amados sacerdotes! ¡Mis
amados hijos! Escuchen los fuertes
gritos del mundo. Muchas personas van
corriendo hacia su perdición... ¡Son muchos los hijos que se han quedado ciegos
y sordos a causa de la oscuridad que se extiende por todo el mundo!
Varios tifones fueron evitados, ya que le imploré con ansias a mi Hijo
Jesús que los quitara en respuesta a tus oraciones y pequeños sacrificios. ¿Cómo podrán las personas ciegas y sordas
entender que esto fue una advertencia? (Nota: Julia dice que la Santísima Madre
se refería a los dos tifones que causaron serios daños en unas áreas en el
Oeste del Pacífico y se estaban acercando a Corea en la primera parte de
Agosto. Para la sorpresa de todo mundo,
estos tifones de repente perdieron fuerza y solamente trajeron lluvia a Corea,
la cual había estado sufriendo por una sequía).
Si los hijos en este mundo no se despiertan y no aceptan mis sinceros
ruegos, entonces Dios les puede retirar Sus favores, como lo hizo con el Rey
Saúl cuando usó mal su libre albedrío.
Sin embargo, le he rezado a Dios para que no les retire Su Amor a aquellos
que han respondido a mi llamada y me están siguiendo. Por lo tanto, síganme sin preocuparse. Igual como Dios no abandonó a Moisés, Él no los abandonará a
ustedes.
¡Mis sacerdotes e hijos que han sido invitados a mi amor! Ya que yo los ayudaré con mi poder que puede
aplastar la serpiente, difundan mis mensajes de amor a todo el mundo con un
incremento de ciento por uno en su valor para que los mensajes puedan ser
practicados en la vida de todos.
Dios puede arrancar, tirar al suelo, demoler y destruir (lo que está de
pie en este mundo), pero desea acortar este tiempo de agonía interna de muerte
al usarlos a ustedes como Sus instrumentos escogidos por mí para aplicar aceite
fragante a las heridas de aquellos que necesitan su ayuda mientras van por sus
pecaminosos caminos en estos peligrosos tiempos.
Por lo tanto, acérquense más a mí y ayúdenme con su fuerza unida. Qué numerosos son los pobres hijos que han
caído en las malvadas tentaciones del demonio aún después de experimentar mi
amor. Ustedes se encontrarán con muchas
dificultades mientras difunden mis mensajes de amor con el propósito de ayudar
a la gente a seguir al Señor. Sin
embargo, al difundir mis mensajes, me estarán siguiendo a mí y aplicando aceite
fragante a las heridas de aquellos que están llorando y gritando en medio de
los pantanos de pecados.
Por lo tanto, apúrense. Yo
siempre estaré a su lado y los rescataré de los peligros. Aun cuando sean perseguidos al seguir mis
palabras y difundirlas, no olviden que una gran recompensa está siendo
preparada para ustedes en el Cielo.
¡Sacerdotes e hijos a quienes he escogido! Hoy los construiré como un castillo bien defendido y como
columnas de hierro y paredes de bronce.
Por lo tanto, rápidamente difundan mis mensajes de amor a todos los
hijos para que vivan de acuerdo a mis mensajes. Cuando mis mensajes de amor sean practicados correctamente,
regresaré aun a aquellos que se los ha llevado el demonio hasta el final de la
tierra y los sostendré para siempre.
Entonces, ustedes serán abrazados y acariciados en mi Seno de Amor y
recuperarán la vitalidad espiritual y física al beber mi leche.
Cuando la Santísima Madre terminó sus palabras, ella sonrió de una
manera hermosa y entonces desapareció.
Agosto 15, 1994
Mientras asistía a la Misa de las 10 a.m., en la Iglesia de la Parroquia
de Naju celebrando la Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, tuve una visión
después de la Comunión. Me sorprendí,
porque bolas de fuego del cielo estaban cayendo sobre la gente y quemándola. El Padre Spies estaba gritando y tratando de
rescatar la gente, y estaba siendo ayudado por el Padre Aloysius Chang. Pronto, el fuego se estaba extendiendo y
poniendo en peligro a los sacerdotes.
De repente, vi una brillante luz en el cielo y la Santísima Madre vino
con su manto azul bien extendido. Ella
rescató a los dos sacerdotes cubriéndolos con su manto. Ella les dijo a los dos sacerdotes.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mis hijos que han sido nutridos para convertirse en mis apóstoles! Hoy les otorgo la luz de mi misericordia y
amor. Aun cuando la oscuridad cubra
todo, ustedes, que me siguen con confianza, recibirán luz y ayuda de mí. Aun cuando mi enemigo parezca victorioso, yo
los estoy protegiendo a ustedes del demonio por medio de mi presencia, la cual
es invisible para ustedes, para el propósito de realizar mi Plan.
Este mundo, lleno de pecados y cubierto de oscuridad, se está acercando
a la destrucción por medio de muchos desastres y la pérdida de fe. Las actividades de la Iglesia también se
están paralizando a causa de los Masones.
Muchos hijos y aun la mayoría de los pastores que empezaron a trabajar
para el Señor no están despiertos, ven las cosas de este mundo desde un punto
de vista humano, y realizan sus actividades de una manera superficial. ¡Serán grandes los daños a las ovejas que
los van siguiendo! Estoy tratando de
advertirles, a ustedes que están respondiendo a mi llamada, que el momento de
la muerte se acerca debido a la apostasía y deslealtad, y les pido su ayuda.
Envíen a mi pequeña alma al mundo para que ella pueda difundir mis
intenciones en una forma rápida y correcta.
Convertiré mis mensajes de amor que se están difundiendo por medio de mi
pequeña alma en aceite fragante para las heridas de los hijos cuyas almas están
enfermas.
Como ya les dije antes, yo construiré donde Satanás ha destruido, sanaré
donde Satanás ha herido, y lograré la victoria donde Satanás aparenta haber
ganado. Esta palabra mía con toda
seguridad se realizará. Para ese fin,
necesito su ayuda urgentemente.
En estos tiempos de extremas divisiones, Satanás desea que caiga fuego
sobre este mundo. Él está aún empleando
los medios que transcienden tiempo y espacio con el fin de destruir el mundo
como su último intento. Por lo tanto,
su batalla contra mí ya ha comenzado.
Pero yo prepararé una armadura para ustedes, mis soldados, para que la
usen durante la guerra y los protegeré con mi escudo. Síganme con una mayor confianza en mí y peleen con valor y
lealtad con espíritu de mártires.
¡Mis amados sacerdotes! ¡Mis muy
amados sacerdotes! Ustedes son mis
bebés. Los bebés reconocen rápidamente
la voz de la madre y la siguen con alegría.
Consuelen a esta Mamita aplicando el aceite fragante de amor a las
heridas en su pesaroso Inmaculado Corazón.
Al terminar ella de hablar, ella abrazó fuertemente los dos sacerdotes y
sostuvo sus manos con amor. Ella sonrió
y desapareció.
Septiembre 24, 1994
El Padre Jerry Orbos de las Filipinas celebró Misa en la Iglesia de la
Parroquia de Naju cerca de las 11:40 a.m.
Unos 40 peregrinos de las Filipinas, 20 de los EUA y 10 Coreanos
asistieron a Misa. Durante la Elevación
de la Eucaristía, vi a Jesús sonriente y misericordioso en la Sagrada Hostia y
sentí una alegría indescriptible en mi corazón. Ofrecí una ansiosa oración.
¡Oh, Señor! ¡El Rey del Amor, Nuestro Salvador, Quien
verdaderamente vino a nosotros humillándose al grado de convertirse en nuestro
Alimento con el fin de salvarnos! Ten
misericordia de Tus hijos para que se arrepientan rápidamente y puedan evitar
la próxima calamidad de fuego.
Después de recibir la Sagrada Comunión, regresé a mi lugar y empecé una
meditación. En ese momento, claramente
olí sangre en mi boca y les pedí a Rufino y a Andrés que estaban sentados a mi
lado que miraran. Ellos se
sorprendieron y rápidamente le informaron al sacerdote. El Padre Orbos y otros se reunieron a mí
alrededor y empezaron a llorar fuertemente después de presenciar lo que estaba
ocurriendo. Ellos vieron que la Sagrada
Eucaristía se empezó a poner amarilla café desde la orilla y, entonces,
delgadas venas de sangre aparecieron por toda la Hostia. La sangre llenó mi boca. Después de un rato, el Padre Orbos me dijo
que me tragara la Hostia, y lo hice.
Pronto, entré en éxtasis y tuve una visión.
Numerosas personas estaban a bordo de varios barcos grandes que iban
navegando por el océano. Yo estaba en
uno de ellos. El barco donde yo estaba
era más sencillo que los otros, pero tenía una imagen grande de una paloma al
frente del barco y, un poco atrás, dos estandartes. El estandarte de la derecha tenía una imagen de la Eucaristía y
un Cáliz, y el de la izquierda tenía una gran "M" . Entre los dos estandartes estaba Nuestra Señora de la
Misericordia con un manto azul. Ella
estaba tan hermosa y tan llena de amor.
Ella iba guiando el barco.
Otros barcos, por otro lado, tenían una imagen del Dragón Rojo erigida
abordo y estaban brillante y lujosamente decorados en diferentes colores: rojo,
verde, amarillo y otros. Había grandes
multitudes de gente en esos barcos comiendo, bebiendo y divirtiéndose
ruidosamente. En ese momento, varias
personas en nuestro barco vieron a las personas en los otros barcos con ojos de
envidia. Inmediatamente, los de los
otros barcos se dieron cuenta de esto y los ayudaron a cruzar hacia sus barcos. La Santísima Madre les imploró que no se
fueran, pero ellos la ignoraron y se fueron.
La Santísima Madre estaba triste y llorando en silencio.
Pasó algo de tiempo. Se acercaba
una gran tormenta y el cielo se estaba poniendo negro. Pronto, bolas de fuego estaban cayendo del
cielo. La Santísima Madre rápidamente
extendió su manto y nos cubrió.
Estábamos a salvo. Pero los de
los otros barcos se estaban quemando y gritando. Cayeron al mar y se ahogaron después de una breve lucha. Era una escena tan terrible que no se le
podía ver con los ojos abiertos. La
Santísima Madre estaba viendo esto y derramando lágrimas con mucha
angustia. Ella rescató a varias
personas que se acercaron a nuestro barco, llamando a Nuestro Señor y pidiendo
la ayuda de la Santísima Madre. Eran
personas que habían estado ciegas y habían caído en la decepción del demonio,
pero se arrepintieron y buscaron al Señor en el último momento.
Cuando la Santísima Madre terminó de rescatarlos, se acabó la tormenta,
y el océano se puso en calma. El cielo
se puso limpio y azul otra vez y una brillante luz brillaba sobre
nosotros. Había sonidos de ángeles
cantando: Ave, Ave, Ave María... En ese momento, la Santísima Madre empezó a
hablarnos a todos nosotros con una voz amable y dulce.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mis muy amados hijos! En estos
últimos tiempos, los he llamado para
que sean mis apóstoles y los he colocado en el refugio del Arca de Salvación de
María que he preparado para ustedes, igual como una gallina reúne sus pollos
bajo sus alas. Tengan esto presente, no
miren atrás y no se bajen del Arca.
Claramente les digo que, en estos tiempos de purificación, amo no sólo
sus almas sino también sus cuerpos y camino con ustedes tomando sus manos en
este peligroso camino. Este lugar es un
atajo al Cielo donde ustedes pueden participar totalmente en la gloria de mi
Hijo Jesús. Yo los guío a todos ustedes
con mi amor para que se hagan niños y pequeñas almas. Esa es la única forma en la cual mi Hijo Jesús y Yo podemos
conversar con ustedes y vivir juntos.
En estos tiempos de purificación, numerosos hijos en grandes continentes
unen sus manos con el demonio, piensan y hablan con la mente de un adulto,
movilizan todo el conocimiento y la sabiduría humana y, como resultado, toman
decisiones equivocadas y se comportan mal.
Debido a esto, haraganean afuera del Sagrado Corazón de Jesús y de mi
Inmaculado Corazón y no entienden las palabras de su Madre Celestial. Esto me causa mucho dolor en mi
Corazón.
Estos días los trucos del demonio son tan engañosos y algunas veces
además involucran fenómenos sobrenaturales.
Por esta razón, aun buenas almas y muchos pastores están siendo
confundidos llevándose a muchas ovejas a la calamidad y perdición. Les pido a ustedes, a quienes he llamado, que
difundan mis mensajes de amor a ellos y, por lo tanto, despiértenlos para que
realmente entiendan al Señor, ya que ahora están ciegos y sordos
espiritualmente y están atrayendo su propio castigo y caminando hacia su
perdición. Mi Hijo Jesús difundió las
Buenas Noticias de la Salvación salvando a muchas almas e hizo muchos milagros
de amor durante Su corta vida pública.
De igual manera, yo los he preparado a ustedes para este momento tan
importante. Por lo tanto, ayuden a
todos a convertirse, curen sus enfermedades, atiendan sus heridas profundas,
divulguen las gracias, paz y amor, y perdónenlos a pesar de sus ofensas.
Si todos mis hijos en este mundo cruzaran las fronteras nacionales, las
barreras raciales y las diferencias partidistas, formaran una unidad y armonía
unos con otros, y mostraran el poder del amor, la Iglesia se revitalizaría, se
tendría un brillante Nuevo Pentecostés, y este mundo se salvaría por medio del
Señor, Quien está presente en la Eucaristía.
Martín Lutero intentó la Reforma, pero él también, era un amado hijo mío
igual como ustedes. Los humanos pueden
cometer errores, pero recuerden que el Señor puede convertir el mal en bien y
usar aun nuestros errores. Por lo
tanto, nunca juzguen ni critiquen a los otros en sus formas humanas. Las pequeñas iglesias separadas no me han
aceptado, pero gradualmente me aceptarán como la Madre de la Iglesia. ¡Mis amadas pequeñas almas! Igual como estuve con los Apóstoles en el
cenáculo en Jerusalén, yo siempre estaré con ustedes, que me están
siguiendo. Por lo tanto, difundan mis
palabras de amor no nada más a los católicos sino también a todos mis hijos en
el mundo.
Ustedes que están difundiendo las palabras que el Señor y yo les damos,
pueden experimentar agonías de muerte interna; pero recuerden que su Madre
Celestial ha preparado un refugio donde podrán descansar para siempre. Continúen con sus persistentes esfuerzos,
difundiendo la verdad acerca del Señor, Quien está realmente presente en la Eucaristía.
¡Con cuánto ardor el Señor ha deseado compartir este Misterio de la
Pascua contigo! Mi Hijo Jesús, Quien
derramó Su Preciosa Sangre por las Cinco Heridas en la Cruz para la salvación
de Sus hijos en el mundo, todavía viene a ustedes como el Transfusor por medio
del Santísimo Sacramento, administrado por los sacerdotes, y se quedará con
ustedes y vivirá entre ustedes por siempre.
Como ya te dije antes, mantengan totalmente abiertos sus corazones todo
el tiempo y hagan frecuentes Confesiones para que puedan recibir al Señor con
un corazón limpio. Mediten
profundamente en el Misterio de la Santa Eucaristía y quédense despiertos. Entonces, en lugar del terrible castigo de
sangre y fuego que caerá sobre este mundo, la infinita misericordia y las
bendiciones de salvación del Señor caerán sobre ustedes.
Cuando ella terminó de hablar, la visión terminó también.
Octubre 23, 1994
Cerca de las 8:30 a.m., sentí la llamada de la Santísima Madre y fui a
la Capilla. Su estatua estaba sonriendo
y se veía especialmente bella. Mientras
estaba en una meditación profunda delante de la estatua, de repente se puso
brillante alrededor de la estatua y se aparecieron dos hermosos ángeles _ uno
de pie a la derecha de Nuestra Señora y el otro a la izquierda. La estatua se convirtió en la siempre viva
Santísima Madre. Ella empezó a hablar
de una manera amigable y dulce.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mi amada hija! Mientras
derramaba lágrimas y lágrimas de sangre por la conversión de los pecadores
durante 700 días, yo les di a ustedes aceite fragante durante 700 días hasta el
día de hoy al exprimirme toda con todo mi amor, por la salvación de los hijos
en el mundo, después de preparar y mostrar el aceite fragante en mi cabeza
durante 400 días. ¿Pero cuántos hijos
han regresado a mi seno hasta hoy?
¡Hija! Yo me puedo lavar o hacer
que los ángeles me laven, pero quiero que tú me laves con el agua que he
preparado para ti. Yo, que soy tu
solitaria Madre Celestial abandonada por muchas personas, deseo recibir un
profundo amor filial, devoción y consuelo de todos, mis hijos.
¡Pero hija! El mundo está siendo
colocado en un grave peligro a causa del incremento de pecados. En este extremadamente importante tiempo
cuando la copa de la justa ira de Dios se está derramando, tú debes mostrar el
espíritu de martirio e informar rápidamente a todos los hijos del mundo de los
deseos de esta ansiosa Madre como el esfuerzo final para salvar este
mundo. La especie humana pasa por
momentos agonizantes en muchos lugares alrededor del mundo. Los miembros de la misma familia se están
atacando mutuamente, las naciones se enfrentan unas a otras, y las gentes en la
misma nación se matan cruelmente unos a otros.
¿Acaso estos no son tiempos de terribles sufrimientos?
Conforme continúan los dolores de parto en muchos lugares del mundo, yo
llamaré al representante del Papa (al
Nuncio Apostólico en Corea) por medio de tu director espiritual. Los he llamado a ustedes, que están teniendo
dificultades espirituales e internas, a la batalla decisiva entre yo y
Satanás. Por lo tanto, incrementen su
valor y griten fuerte los mensajes de amor del Señor y míos. Siempre estaré con ustedes. Voy a llamarlo (al Nuncio Apostólico), para que puedas trabajar con él, para evitar
que la especie humana, que está viviendo en un desierto estéril y que se
enfrenta a una crisis, construya una segunda Torre de Babel y sea destruida,
como en los tiempos de Sodoma y Gomorra.
Rápidamente y con más vigor difundan mis mensajes de amor a todo el
mundo. ¿Acaso no debemos rescatar a
todas las personas que están causando su propio castigo y derramamiento de
sangre?
¡Mis amados hijos! La hora de la
apostasía y traición en la Iglesia está seriamente acercándose, debido al
trabajo de los Masones, pero aun muchos de los clérigos y religiosos están espiritualmente
ciegos y sordos, no son fieles a sus vocaciones, se hacen corruptos
internamente, y no reconocen mis palabras.
Esta Madre se siente tan ansiosa.
El Papa, que es el Vicario de mi Hijo Jesús y el primer hijo de la
Iglesia, se está quejando bajo la agonía de muerte en Getsemaní en este
tiempo. Su corazón está siendo oprimido
con profundos dolores mientras sube al Monte Calvario cargando una cruz de
crueles dolores. Ya que él es humano,
él sufre del debilitamiento de su cuerpo y los dolores y la fatiga en su
cuerpo. Pero él siente más dolores y
una profunda soledad, porque muchos, que antes lo apoyaban y lo amaban mucho,
ahora lo están traicionando como Judas, desobedeciéndolo, bloqueándolo y ya no
lo apoyan. Sin embargo, Yo siempre
estoy a su lado sosteniéndolo con mi amor maternal. Por lo tanto, ustedes deben ser fieles a él, sosténganlo y
protéjanlo, escuchen sus palabras, únanse a él y recen constantemente por él
con un corazón lleno de amor.
Cuando todos ustedes, que me están siguiendo, vivan una vida consagrada,
ofrezcan sus sacrificios y penitencia por la conversión y salvación de
pecadores, yo los guiaré al camino que los lleva al Cielo con seguridad. Cuando ustedes digan "Sí" a mis palabras y
me sigan completamente, verán un nuevo amanecer en un mundo nuevo que ha sido
purificado.
Cuando la Santísima Madre terminó sus palabras, los dos ángeles junto
con la luz desaparecieron. La
apariencia de la Santísima Madre regresó a ser la de su estatua.
Noviembre 2, 1994
Hubo una Misa celebrada por el Padre Martín Lucía en San Antonio en
Kailua, Hawaii. El Padre Lucía ha
estado promoviendo la devoción Eucarística en todo el mundo. Durante la Misa, vi una imagen de Jesús en
la Santa Eucaristía. Él estaba clavado
a la Cruz y sangrando. Cuando recibí la
Comunión, oí la voz de Jesús, llena de dignidad y amor.
JESÚS:
¡Mi pequeña alma, quien se humilla constantemente, pensando que ella es
indigna! Hoy Mi Madre preparó tu
reunión con el sacerdote que está difundiendo el Misterio de la Santa
Eucaristía para que Yo, Quien bajé del Cielo para derramar Sangre y convertirme
en sacrificio para la salvación de todos los hijos del mundo, pueda difundir Mi
ardiente Amor a todos ustedes.
Ya que el Padre Jerry (de
Filipinas) respondió a la llamada de Mi Madre, Mi amado sacerdote aquí
también le ha respondido a ella. Por lo
tanto, todos los sacerdotes, religiosos y laicos que han aceptado la llamada de
Mi Madre deben unirse unos con otros y con tu director espiritual, formando una
cadena de amor, y difundir sin cesar por todo el mundo el Misterio de la Santa
Eucaristía y las intenciones de Mi Madre que les está implorando derramando
lágrimas y lágrimas de sangre para salvar toda la especie humana.
Muchos pastores pueden aparentar tener fe en Mí, pero sus almas están
cerradas con candado y no me aceptan realmente. Cuando celebran Misa en una forma superficial, le están cerrando
la puerta a Dios y al mismo tiempo se la abren al demonio. Por lo tanto, el demonio está causando
confusión aun entre los pastores y los está haciendo insensibles e ignorantes
de sus pecados, dejándolos indefensos.
Debido a esto, muchos hijos que dicen que son creyentes están tratando
la Eucaristía sin respeto. ¿Cómo puedo
trabajar en ellos?
Deseo hacer milagros de amor para todos Mis hijos por medio de la
Eucaristía debido a Mi ilimitado Amor por ellos, pero ellos no se preparan para
recibirme, no se dan cuenta de Mi Verdadera Presencia, Me insultan con
Comuniones sacrílegas, y por lo tanto, Me descuidan y traicionan. Debido a esto, soy abandonado por muchos
hijos y Me dejan solo en los tabernáculos, donde con ansias espero que regresen
a Mí y que Me den su amor.
¡Mis amados hijos! Claramente
díganles a todos que el Misterio de Salvación se está realizando a través de
Mí, que estoy presente en la Santa Eucaristía.
También tengan confianza y apóyense en Mi Madre quien es también su
Madre Celestial. Mi Madre, quien está
unida a los sufrimientos de mi Sagrado Corazón y que está derramando lágrimas y
lágrimas de sangre y rezando constantemente para que todos los hijos en este
mundo puedan dejar sus caminos sus vidas de pecado y regresar a Mi Seno de
Amor, es la única que puede alejar de ustedes la justa ira de Dios Padre.
Cuando Jesús terminó de hablar, la Sagrada Hostia en mi boca se estaba
derritiendo y estaba despidiendo un fuerte olor a sangre. La Sagrada Hostia se convirtió en Carne y
Sangre. Los que estaban en la Misa vieron
la Sangre y la Carne que se estaba moviendo.
Ellos estaban derramando lágrimas y alabando al Señor, Quien está
realmente presente en la Santa Eucaristía.
"¡Oh, Señor! Alabanza, gratitud, gloria y adoración a
Ti. Amén."
Noviembre 24, 1994 (1)
El Nuncio Apostólico, es quien representa al Santo Padre en Corea y a
quien la Santísima Madre había llamado (vea
el mensaje de Octubre 23, 1994), vino con Monseñor Peter (su secretario) y el Padre Raymond
Spies. El Padre Sang Chul Oh, otros
sacerdotes y laicos también estaban allí.
Colocamos la corona de reina en la estatua de la Santísima Madre en la
Capilla y empezamos a rezar cerca de las 10:20 a.m.
Era cerca de las 11 a.m. cuando
vi una brillante luz del Crucifijo arriba de la estatua de la Santísima
Madre. Le dije al Padre Spies, "Padre, hay una luz brillante que sale desde
el Crucifijo." Poco después, la
Santísima Madre me dijo, "Recibe bendiciones del representante del Papa y de tu
director espiritual para que tus manos queden limpias." Inmediatamente, el Nuncio Apostólico y el
Padre Spies me bendijeron. Me
bendijeron una segunda vez en la frente y las manos con el aceite fragante (de
una pequeña botella) que yo le había dado al Padre Spies hace unos dos
años. Entonces, me acerqué más a la
estatua de la Santísima Madre y empecé a rezar de rodillas. La estatua estaba irradiando una brillante
luz. La Santísima Madre habló con una
voz amable, amorosa, suave y al mismo tiempo ansiosa.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Mi amada hija! Tengo una
solicitud para el representante del Papa, mi hijo, a quien amo tanto que lo
podría poner en mis ojos sin sentir dolor.
Pídele que preparen un tabernáculo a mi lado.
Me siento tan sola, porque muchos líderes me están ignorando para salvar
apariencias y no quedar mal ante los ojos del mundo, no dando atención a mi
ardiente ruego de cuidar las numerosas ovejas que van camino del
infierno...
¡Ahora, mira!... Algunas de las
almas que antes eran jardines de flores para Dios están cayendo en el pantano
del demonio que cubre todo con lodo espeso y lo corrompe.
Hay tantos sacerdotes que ofrecen la Misa sin fe. Como resultado, el Señor no puede realizar
milagros de amor en ellos por medio de Su Real Presencia. Él está sufriendo dolores y sin cesar llama
a los sacerdotes que están en pecado para que sean fieles a sus deberes y que
se unan con el Amor del Señor.
En estos tiempos, los errores están siendo enseñados aun por los
sacerdotes y se están difundiendo por todo el mundo. Los Evangelios están siendo promulgados por falsos profetas en
forma tal que los Evangelios pudieran ser más aceptables a la sociedad moderna
bajo el pretexto de civilización e innovación.
Pero estos se están promoviendo sin fe y no son los Evangelios de mi
Hijo Jesús. Mientras muchos pecados se
multiplican, estos están siendo justificados como si se pudiera decir que el
agua del drenaje es agua pura. Muchos
ciegos están creyendo en esas afirmaciones.
El demonio, que los ha conducido a dichos engaños, está muy contento.
¡Mis amados hijos! Hoy los he
llamado a ustedes, a quienes amo mucho, en una forma especial a este lugar
donde experimentarán la presencia del Señor y la mía como testigos heroicos y
fieles para que el Misterio de la Eucaristía sea conocido por todo el
mundo. Por lo tanto, ayúdenme
rápidamente a salvar las ovejas que se han perdido.
He dicho repetidamente que el Misterio de la Santa Eucaristía, que es el
Pan de Vida del Cielo, es un manantial que nunca se seca y una medicina que te
da la salvación. Pero solamente muy
pocos se están preparando bien antes de recibirlo. Si mis numerosos hijos tan sólo supieran que la Eucaristía es
realmente la Vida, el Manantial Eterno, el Maná y un milagro continuo que no es
menos que los milagros de la Creación del Universo y de la Redención, no
estarían caminando hacia el infierno...
La Santa Eucaristía es el centro de todos los eventos sobrenaturales,
pero está siendo pisoteado por tantos hijos por medio de sacrilegios, insultos
y humillaciones. Por lo tanto, mis
mensajes de amor deben ser difundidos por todo el mundo con más vigor para que
el tiempo del Señor, Quien está presente en la Eucaristía, y el del Nuevo
Pentecostés puedan ser adelantados.
¡Mis amados sacerdotes! Cuando
ustedes difundan mis mensajes de amor que les doy derramando lágrimas y
lágrimas de sangre, ustedes experimentarán dolores también. Pero yo los levantaré a ustedes, que han
sido llamados de todas partes del mundo, a un nivel alto de santidad para que
puedan revelar la verdadera identidad de los errores y promover la Verdad con
sus bocas que serán como espadas de dos filos y por lo tanto difundir la
fragancia de Cristo. Todas las
falsedades, complots, trucos y calumnias astutas desaparecerán en la presencia
de la luz de Dios Padre, igual como la neblina desaparece bajo el sol.
Por lo tanto, no se preocupen, y tengan una total confianza en mí y
apóyense en mí. Ya que ustedes ahora
están en mi Inmaculado Corazón, nadie los lastimará. Ya que yo los vestiré con ropa de todas las virtudes, ustedes estarán
viviendo como pequeñas almas que son conducidas por mi fragancia en cada momento
de sus vidas.
¡Mi amada hija! Un cierto
sacerdote que está viviendo en pecado iba a recibir la Eucaristía, pero el
Señor no podía vivir en él y le ha pedido a San Miguel Arcángel que le traiga
esa Eucaristía a mi amado Representante Papal y a tu director espiritual a
través de ti. Por lo tanto, extiende
tus manos.
Yo estaba titubeando a causa del asombro, pero la Santísima Madre dijo,
"No te preocupes. Apúrate y recibe la
Eucaristía." "Sí, Madre."
Al extender mis manos, San Miguel Arcángel, quien no estaba visible,
trajo la Santa Eucaristía en medio de una poderosa luz. Cuando recibí la Eucaristía, caí al suelo a
causa de la fuerte luz. Cuando recuperé
la conciencia y me levanté, vi al Nuncio Apostólico, el Monseñor, el Padre
Spies, mi esposo y otros a mi alrededor.
La Sagrada Hostia en mis manos tenía las imágenes de una cruz y las
letras "A" y ""
y ya estaba rota en dos.
Una estaba en mi mano izquierda y la otra en mi mano derecha. Le di la Eucaristía en mi mano derecha al
Nuncio Apostólico y la de la mano izquierda al Padre Spies. El Nuncio Apostólico y el Padre Spies le
dieron la Comunión a otros sacerdotes y a cerca de unos 70 laicos que estaban
en la Capilla. El Padre Spies colocó un
pedazo de la Sagrada Hostia en un copón.
Noviembre 24, 1994 (2)
Cerca del mediodía, me levanté para ir a casa que estaba al lado. Caminé sostenida por Julio, mi esposo, y por
Rufino, ya que me había caído al suelo debido a la fuerte luz de arriba y me
sentía cansada. Cuando iba a abrir la
puerta de la Capilla, la Santísima Madre me llamó rápido.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Julia! ¡Toma las manos del
Nuncio Apostólico y de tu director espiritual y vengan a mí rápido!
Inmediatamente tomé las manos del Nuncio Apostólico y del Padre Spies,
me acerqué a la Santísima Madre junto con ellos y me arrodillé delante de su
estatua. La Santísima Madre continuó
con una voz amable, agradable y amorosa.
LA SANTÍSIMA MADRE:
¡Giovanni! Gracias por responder
a mi llamada. Eres realmente mi amado
hijo quien ha recibido gracias especiales.
Tenías una fe tan perfecta como para confiar totalmente en mi
misericordioso Inmaculado Corazón y responder a mí. Hoy tú estás especialmente invitado a este lugar como el
representante del Papa, quien es el primer hijo mío y de la Iglesia.
¡Mi amado hijo, Giovanni! Únanse
con mi pobre hija que está débil y con dolores y que se considera la persona
más indigna y menos calificada en el mundo y, por lo tanto, ayuden a salvar a
los hijos en el mundo que viven en pecado...
Mi Corazón me arde tanto que he estado arrojando sangre, porque quiero
difundir mi voz al mundo por medio de mi hija en estos tiempos urgentes, pero
esto se está bloqueando a causa de la insistencia de mentes estrechas sobre las
formas normales del pensamiento humano.
No puedo esperar más tiempo, porque es posible un desastre total a causa
de las intrigas de los Masones.
¡Mi muy amado sacerdote! Aún
muchos de los líderes en la Iglesia están rechazando mis mensajes de amor y
cometiendo los pecados de sacrilegio al inventar muchas mentiras por la simple
razón que mis mensajes no han sido aprobados todavía. ¡Qué grande será el daño a las ovejas que los están siguiendo a
ellos! Ayúdenme para que mis mensajes
de amor sean aprobados pronto. Al hacerlo,
estarán consolando al Señor que está presente en la Santa Eucaristía.
En estos tiempos, numerosos hijos se apresuran en su camino hacia el
infierno, haciendo este mundo similar a Sodoma y Gomorra. La copa de la justa ira de Dios está llena y
el castigo está muy cerca. Por eso le
di gracias especiales a mi hija indigna para que ella pueda salir al mundo y
difundir mis mensajes de amor, pero aun esto se esta criticando. Rápidamente preparen una reunión entre el
Papa y mi hija que ha ofrecido todo para difundir las palabras del Señor y las
mías. Yo ciertamente estaré en esa
reunión.
Por lo tanto, no se preocupen de las posibles reacciones, sino que
siembren las semillas del Espíritu Santo.
Si aun una pequeña semilla cae en tierra fértil, ustedes serán
recompensados en el Cielo y le darán alegría al Cielo. Ustedes estarán mostrando el camino al Cielo
a todas las personas y consuelo a mí, que tengo dolores.
¡Mis amados hijos! Yo estaré con
ustedes para que puedan difundir los mensajes con valor y con sabiduría. ¡Por lo tanto, apúrense! Ahora, junto con el Señor, yo les doy a
todos ustedes mi luz de amor y misericordia sin límites. ¡Adiós!
¡An-nyoung!
Cuando yo dije, "Amén," una
pequeña Eucaristía bajó envuelta en luz.
La Santísima Madre dijo, "Reciban la Eucaristía rápido." Ya que yo
estaba usando mis dos manos para sostener las manos del Nuncio Apostólico y del
Padre Spies, yo rápidamente recibí la Eucaristía con mi lengua, porque tenía
miedo de que fuera a caer al suelo.
Siete sacerdotes y cerca de 70 personas en la Capilla fueron testigos de
esto.
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