Vida Consagrada
|
Febrero 16,
2003 (1)
Cerca de las 3:40 p.m., fui a la montaña
de la Santísima Madre junto con tres ayudantes voluntarios. Mientras estaba en meditación después de la
adoración de la Preciosa Sangre del Señor que derramó abriendo Su Sagrado
Corazón en Agosto 15, 2002, tuve una visión.
Cuando muchos de los clérigos, religiosos
y laicos cometían errores y pecados, el Sagrado Corazón del Señor era herido
incesantemente con espadas filosas y lanzas y taladros puntiagudos y Su Cabeza
era presionada fuerte y repetidamente con la corona de espinas, causando más
sangrado. ¡Y eso no era todo! Ellos causaban crueles dolores al Señor
arrojando a Su cara y cuerpo lo que parecían cubiertas espinosas de
castañas. Al mismo tiempo, ellos azotaban todo el cuerpo del Señor
numerosas veces y con frialdad con un látigo tejido con todo tipo de pecados,
haciendo sangrar miserablemente al Señor en Su Sagrado Corazón y en todo Su
cuerpo. Cerca de Su lado, la Santísima
Madre estaba tristemente derramando lágrimas de sangre. Cada vez que la Sangre del Señor y de la
Santísima Madre goteaba al suelo, causaba un sonido audible. En ese momento, el Señor, cubierto con
Sangre por todo Su cuerpo, comenzó a hablar con una voz triste pero amable.
JESÚS:
¡Mi pequeña alma amada! Como viste justo ahora, incluso la gran
mayoría del clero, a quienes Yo he instalado personalmente, están rompiendo Mi
Corazón en pedazos como este, en lugar de remendar Mi Sagrado Corazón roto, al
rechazar a Mi Madre María, quien es la Mediatriz de Gracias y la Co-Redentora, al caer en el secularismo y serios errores,
olvidando las importantes vocaciones que Dios les ha confiado y uniendo fuerzas
con el diablo. ¿Qué pasará con los
rebaños de ovejas que los están siguiendo?
Quien
quiera seguirme debe renunciar a sí mismo y seguirme cargando su cruz. En lugar de cargar sus cruces, ellos las han
dejado y han volteado la cara lejos de Mí.
Con el pretexto de darme a conocer, están haciendo todo tipo de
esfuerzos con una ambición llena de orgullo para ser tratados con dignidad y
para dominar en el mundo, aun abandonando sus propias conciencias con
autoritarismo, arrogancia y santurronería egoísta y acorazada con
hipocresía. ¿Hay alguna diferencia
entre ellos y los lobos vestidos con piel de oveja?
¡Hija!
¿Cuánto tiempo debo simplemente observar todo esto? Puedo castigarlos en cualquier momento, pero
estoy atrasándolo para que los pecadores puedan arrepentirse y entrar por la
puerta de Mi Sagrado Corazón que está abierto ampliamente, de acuerdo a la Voluntad
de Mi Madre. Así, Yo no seré su Juez
sino que abriré ampliamente la puerta de Mi Sagrado Corazón y los dejaré
entrar, si se arrepienten, por más perversos que puedan haber sido. Pero si se rehúsan hasta el final a entrar
por la puerta ampliamente abierta de Mi Sagrado Corazón, tendrán que pasar por
la puerta de la justicia. ¿Qué les
pasará a ellos?
Porque Mi Padre no puede simplemente
mantenerse más viendo los pecados en el mundo y está a punto de bajar Su Mano,
la cual ha sido levantada alto, Mi Madre María está implorándole derramando
lágrimas y lágrimas de sangre que la copa de ira de Dios Padre no descienda
sobre este mundo.
¡Todos los clérigos, religiosos y laicos
en el mundo! Apresúrense a despertarse,
corran a Mí a través de mi Madre, y hagan esfuerzos intensos para que todos los
niños en el mundo puedan practicar los mensajes de amor que Mi Madre y Yo les
hemos gritado hasta que Nuestras gargantas comienzan a sangrar y sean
salvados. Los diablos, quienes llenan
el cielo y la tierra, acosarán incesantemente a ustedes que están trabajando
por Mi Madre y por Mí, pero Mi Madre y Yo siempre los defenderemos y
protegeremos y haremos que los ángeles los guarden.
¡Mis pequeñas almas que han sido
llamadas! Esta generación es infiel
como cañas que son balanceadas por el viento y está llena de pecados. Aquellos que no buscan las riquezas
incorruptibles en el Cielo sino que se comprometen con el mundo y tratan de
preservar sus vidas las perderán, mientras que aquellos que son perseguidos
mientras trabajan para Mi Madre y para Mí vivirán para siempre.
Cuando Jesús terminó de hablar,
repentinamente uno de los ayudantes voluntarios gritó fuertemente y dijo que la
Preciosa Sangre descendió por mi frente.
La gente se reunió para ver.
Febrero 16,
2003 (2)
Llegué a casa poco después de las 6
p.m. No podía controlar mi cuerpo por
causa de dolores extremos y me recosté.
Mientras estaba meditando en la visión y el mensaje de hoy del Señor,
tuve otra visión.
La copa de la ira de Dios Padre estaba a
punto de bajar sobre este mundo por causa de los terribles y horrendos pecados
en el mundo, a los cuales uno no podría siquiera ver con los ojos
abiertos. En ese momento, la Santísima
Madre, quien había estado implorando a Dios Padre derramando lágrimas y
lágrimas de sangre, sostuvo Su brazo.
Pero, como la copa se sacudió, una pequeña cantidad del líquido de la
copa de ira fue derramado. En aquellos
lugares donde cayó el líquido, se levantaron inmediatamente violentas llamas y
la gente que estaba ahí gritó fuertemente.
Algunos fueron quemados hasta la muerte y otros fueron heridos
severamente. Era una escena de
pandemonio miserable. En ese momento,
la Santísima Madre comenzó a hablar con una voz amable pero triste.
LA
SANTÍSIMA MADRE:
¡Mi amada hija! Porque los niños en el mundo no siguen las palabras de Mi Hijo
Jesús y mías sino que se ocupan con cosas inútiles y se arruinan a sí mismos
haciéndolo, este mundo ya se ha cubierto con nubes negras y se ha sumergido en
una tormenta. Aun así, no se dan cuenta
de esto, causando a esta Mamá el dolor de su Corazón siendo roto en
pedazos. Ya les he dicho yo muchas
veces, repitiendo las mismas palabras una y otra vez y mostrando numerosos
signos milagrosos sin precedente, los remedios para las numerosas calamidades
que están ahora ocurriendo en muchos lugares en el mundo, pero... (La Santísima
Madre estaba sollozando tristemente)
¿Cómo es que ellos son tan ciegos y no ven y tan sordos y no entienden?
¡Todos los niños en el mundo! Mi Hijo Jesús y yo no estamos lejos de
ustedes, ni siquiera a tiro de piedra de ustedes, sino justo a su lado. Por lo tanto, no calculen más con
pensamiento humano sino abran ampliamente sus corazones y regresen a Mi Hijo
Jesús y a mí. Entonces, no les harán
preguntas sobre su pasado, descenderá sobre ustedes la copa de bendiciones de
Dios Padre en vez de la copa de Su ira, y sus gritos y llanto triste se
volverán alegría.
¡Mis amados hijos que han sido llamados
como pequeñas almas! Meditando
profundamente que su Señor está sangrando día tras día por causa de los
pecadores extremadamente malvados, estén más despiertos y oren porque aun
aquellas personas malvadas con caras humanas pero corazones bestiales puedan
ser salvadas. Ahora, si ustedes
convierten cada día y cada momento por el resto de sus vidas en oraciones,
ofrecen sacrificios y reparaciones, viven una vida consagrada, alcanzan la
unidad en la Santísima Trinidad con el gozo de la unión con los Santos,
muestran el poder del amor más enérgicamente, y ofrecen lealtad más
heroicamente para que el mundo pueda ser salvado, los diablos, quienes llenan
el cielo y la tierra para dividirlos y hacerlos caer, se retirarán y este mundo
verá el tiempo de la victoria por los Sagrados Corazones.
¡Mis
amadas pequeñas almas que han sido llamadas como los apóstoles de los Sagrados
Corazones! Ahora, es justo el tiempo
antes de que la copa de la ira de Dios baje.
Si al menos ustedes, quienes ya conocen que no hay más tiempo para
esperar o demorar, claramente se dan cuenta de la simple verdad que aun objetos
tan ligeros con las plumas de las aves pueden hundir un barco si se acumulan
suficientes (significando que, si muchos unen sus fuerzas, pueden hacer grandes
cosas) y nunca se frustran o se dan por vencidos en seguir a Mi Hijo Jesús y a
mí, verán pronto el amanecer del Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, recibirán y
portarán la corona de laurel de la verdad, y disfrutarán de felicidad eterna.
Nota: Desde el 16 de Febrero del 2003, por casi 3 años, hasta el 31 de Diciembre, 2005, no hay mensajes, pero habrá muchos signos milagrosos en Naju tales como, aceite fragante desde la estatua de la Bendita Madre, descenso de la Eucaristía y, mas tarde, sangrado de la misma Eucaristía, y descenso de la Preciosa Sangre deNuestro Señor.
|
Vida Consagrada
|